Creo que tanta escuela de monjas me quemò el cerebro. Eso de
pensar en el otro y poner la otra mejilla… Siempre sentí que porque por algún motivo los demás merecían màs
atención que yo misma. Y juro que jamàs me pesò hasta hace poco más de un año.
Nunca di motivos para
que tuvieran que poner demasiada
atención en mì: alguna que otra enfermedad, casarme y tener a mi hija. Los
pocos momentos en que esa dinámica cambiò
Que siempre fui temperamental es cierto (Aunque para algunos
eso sea histeria), que tratè de pensar en lo que todos necesitaban y en estar
al pie del cañòn también. Que eso es culpa mìa y nadie tiene responsabilidad
sobre eso es obvio. Que sòlo yo me ganè
ese lugar de mierda es asì.
Està claro que equivoquè el camino, que pensar en los demás
primero y buscar conciliar lo único que
provocò con los años fue que nadie pensara un poco en mì, ni siquiera yo.
Cuando descubrì por fin que la única que puede ocuparse de
lo que me pasa soy yo misma y empecè a priorizar mis propias necesidades. lo
único que conseguí fue alejarme de todos. Porque nadie estuvo dispuesto a
otorgarme ese privilegio. Parece que yo no tengo ese derecho. Y se me cobraron
una a una todas las facturas. Y me las
merezco por vivir creyendo que a los demás les importo lo mismo que ellos a mì.
Y ese es mi error màs grave: vivir esperando del otro lo que nunca quiso darme.
Siempre me anticipè a lo que todos podìan necesitar y cuando
yo necesitè que alguien empezara a pensar
en mì sòlo encontrè una distancia que jamàs pude predecir-
Tambièn tengo que reconocer que mi exceso de sinceridad no
es cómodo para nadie. Pero no concibo la vida desde la postura cómoda de callar
lo que uno piensa sòlo para no crearse problemas.
Y acà està el resultado.
Yo, que miro por primera vez què me pasa y ustedes cada vez màs lejos. Y
no los culpo, sòlo yo soy la responsable de que las cosas sean asì, pero tambièn
sè que no me lo merezco. Que pude
equivocarme mucho pero siempre pensando en todos. En todos, menos en mì. Y
ahora lo estoy pagando.
Ya es tarde para que les importe que a mì también me pasan
cosas, que también puedo necesitarlos. Y soy consciente de eso. Yo no pido que
nada cambie, sòlo estoy tratando de cambiar yo. Pero tampoco voy a aceptar que
me lo reprochen. Hubo mucho tiempo en que
hice todo lo contrario y acà tengo los resultados. Ojalà en algún momento
podamos reencontrarnos